Página#12 Libre

Por un instante, la carcajada de Germán Daffunchio se impone sobre los pájaros que filtran su canto por el teléfono. Sin embargo, no es un tono hilarante el que el cantante de Las Pelotas sostiene en su entrevista con Rosario/12. Distendido, sí, pero cerebral, el también guitarrista y compositor se divierte con una ocurrencia ocasional, para retomar la línea serenamente reflexiva que atraviesa Despierta, el (no tan) nuevo disco que Las Pelotas lanzaron al mercado en julio de 2009, y que mañana tendrá su presentación en Rosario con un recital que, además, marcará el debut del grupo en el Anfiteatro Humberto de Nito.

Un debut que ocurrirá a sólo una semana de la actuación del grupo en el Luna Park, allí donde Daffunchio, Gabriela Martínez (bajo y coros), Tomás Sussmann (guitarra), Gustavo Jove (batería), Sebastián Schachtel (teclados) y Alejandro Gómez (trompeta, trombón, percusión y coros) ofrecieron un show altamente emotivo. "Es una semana completa, primero el Luna y después el Anfiteatro en Rosario, no hay de qué quejarse. A mí la demagogia no me gusta, odio verdaderamente la demagogia. Pero con la gente en Rosario hay un feeling maravilloso, hay tantos amigos, que a la vez te genera más responsabilidad y ganas de tocar. Va a ser un show de puta madre", se entusiasma Daffunchio, y recapitula: "Lo del Luna fue muy intenso, muy emotivo. Fue una fiesta increíble. No es una impresión mía, porque todas las críticas tuvieron una muy buena impresión".

La recepción de la crítica, en ese sentido, fue también altamente positiva en relación a Despierta, un disco que, a un año de haber sido editado, se ha instalado muy bien en el historial pelotero. Al menos así lo entiende el cantante y compositor: "Creo que es un gran disco, al que sigo escuchando. Me hace bien escucharlo. Cubrió ampliamente las expectativas que teníamos, ¡pero ahora vamos a empezar a hacer otro! Nunca te podés quedar, al contrario, cada vez querés hacer algo mejor. Siempre es así. Por suerte nosotros tenemos música y ganas de trabajar. Además, para confesarte, es un proceso que disfrutamos extremadamente. Nos encanta todo el proceso de composición, bucear sobre los temas, buscarles el espíritu, producirlos, llegar a grabarlos. Después, una vez que los sacás, ya pertenecen a la gente. Ahora ya estamos pensando en más".

-La manera de trabajar de Las Pelotas es un poco excepcional en estos tiempos donde todo parece medido, pensado, según el molde del mercado. Más allá de las canciones, sostener esa metodología debe ser algo que los enorgullece...

-Sí, no te equivocás. Siempre hablamos de éso con la banda. Está claro que hacer lo que uno siente, lo que a uno le gusta, saliendo de estos parámetros de los que hablás, tiene sus costos. Durante muchos años fuimos un grupo muy conocido en el under, pero no podíamos salir de ahí porque no tuvimos difusión, etcétera. Pero a través del tiempo, y es algo que me encanta transmitirlo a los músicos más jóvenes, es muy importante ser fiel a lo que uno cree y lo que uno siente. Ser fiel a los principios y no dejarse devorar. Se sabe cómo es el sistema, se saben las reglas del juego, pero eso no quiere decir que tengas que transformarte en algo que no sos para poder sobrevivir, o entrar con tu aporte a este sistema tan raro.

-En "Si quisiste ver", probablemente una de las canciones más oscuras de Despierta, plantea la importancia de "resistir desde otro lugar/ y no ser bife". ¿Por dónde pasa, hoy, la resistencia?

-Hace un rato hablábamos de cómo todo está mercantilizado y demás. ¿Cuántos pibes hay con tatuajes del Che Guevara en el brazo y después viven totalmente el opuesto al Che? Hay una resistencia aparente que tiene que ver con la moda, una resistencia superficial. A través de los años mi experiencia me llevó a decir eso, que la resistencia verdadera es desde otro lugar. Por eso dice eso de que sos un bife, que es una representación de que, al final, sos parte de una vaca a la cual carnean y después te comen.

Y llega la observación: el bife ni siquiera es de esos cortes que causan devoción. El bife no es plato con onda, jamás será un bien rankeado costillar. Y llega la carcajada. Y así, con naturalidad, sin poses, con un mecanismo de trabajo honesto con su esencia, con canciones que conquistan, con líricas que reflexionan esquivando lo panfletario, Las Pelotas también llegan. Ahora, al Humberto De Nito. Es tiempo de despertar.