CIRCO. EL CIRQUE ELOIZE OFRECERA CUATRO FUNCIONES EN EL CIRCULO
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Las islas de la Madeleine conforman un archipiélago del golfo de San Lorenzo, a 200 kilómetros de la costa de Québec, en Canadá. Allí, en dialecto acadio la palabra éloize significa rayo de calor, y fue ése el término elegido por un grupo de artistas locales para fundar, en 1993, una pequeña compañía circense. Entre los siete integrantes se encontraba Jeannot Painchaud quien cinco años más tarde se convertiría en director general y artístico de un grupo que rápidamente se transformó en referente del arte circense de Canadá. Estrenada en 2004, Rain es la quinta producción del Cirque Eloize, con la que mañana (a las 21), el viernes y sábado (a las 22) y el domingo (desde las 19) arribarán al teatro El Círculo.
Después del debut con una obra que llevó su mismo nombre --y que se presentó en 1993--, el Cirque Eloize produjo Excentricus (1997), Cirque orchestra (1999) y Nomade, espectáculo estrenado en 2002 donde la compañía sumó por primera vez al director, autor y coreógrafo suizo Daniele Finzi Pasca. Dos años más tarde, fue él mismo el que le dio forma a Rain, un trabajo sobre el que suele explicar: "La historia se desarrolla en un teatro donde un espectáculo de circo se está ensayando, donde ficción y realidad se confunden. Las miradas de los protagonistas revelan pequeñas historias de amor, pasiones secretas y destellos de intimidad. Su fragilidad brota lentamente. Emerge en el último esfuerzo, en la búsqueda del equilibrio al extremo. Los artistas provienen de un tiempo pasado, de antiguos personajes salidos de viejos retratos, atractivos y fuertes como lo eran nuestros abuelos. Después, está el cielo, un vasto cielo".
Uno de esos personajes es encarnado por el estadounidense Jonathon Roitman, quien en su arribo a la ciudad, y en diálogo con Rosario/12, repasó algunas cualidades del espectáculo y de la propia compañía. "Uno de los aspectos que hace que el Cirque Eloize sea una propuesta diferente tiene que ver con la energía y creatividad de los integrantes, y el hecho de que los artistas se interpretan a sí mismos --apuntó--. En las obras no interpretamos personajes, sino que somos nosotros mismos. Incluso cuando reemplazamos a otro artista en un show, el show cambia en sí mismo".
En el carácter personal que cada participante imprime a la propuesta radica una de las características centrales del Eloize. "Es una de las cosas que más me gustan de estar en un circo --remarcó Roitman--. Pero incluso en algunos circos sólo se trata de mostrar lo que uno es capaz de hacer, mientras que en Rain estás pensando que todo el show se trata de tu propia historia, estás pensando en cosas que te pasaron cuando eras chico. Es un espectáculo sobre muchas cosas, pero especialmente la nostalgia por la juventud. Entonces durante todo el show vas construyendo tu propia historia, incluso para los que estamos sobre el escenario".
De esa manera, la obra ideada por Finzi Pasca se fue amoldando a la aparición de distintos intérpretes, según distinguió Roitman: "Parte del elenco que participaba cuando la obra se estrenó en 2004 ya no está más en el circo, entonces hicimos los cambios necesarios. Mucha de la escritura está relacionada con Daniele, con lo que quería expresar, y dependió también de los doce artistas originales, de sus historias y sus personalidades sobre el escenario. Cuando se fueron reemplazando, nosotros asumimos esas personalidades pero las interpretamos a nuestra manera. De todas formas, el orden de los actos, y los actos en sí mismos, se mantienen. Lo que ha cambiado es lo que ocurre dentro de esos actos".
En el show, Roitman realiza actos acrobáticos de fuerza, banquine, barra rusa, rueda cyr, trampolín, contorsión y malabarismo, además de tocar el saxo. Esa multiplicidad de roles se sostiene en el resto de los intérpretes, entre los que se cuentan las polacas Natalia Adamiecka (bungee, banquine, barra rusa, trapecio doble fijo, rueda cyr, balancín, tela acrobática, balanceo, malabarismo y pandereta) y Angelina Kogut (trapecio, banquine, barra rusa, balancín, tela y carillón), el inglés Ashley Carr (palos chinos, banquine, barra rusa, actos acrobáticos de fuerza, balancín, malabarismo y clarinete), las canadienses Valérie Doucet (fuerza y destreza, contorsión, tela, swinging club y concertina), Emilie Grenon Emiroglou (fuerza y destreza, trapecio doble fijo, tela, aro aéreo) y Anna Ward (rueda cyr, tela, balanceo, pandero y trompeta), el suizo Philippe Dreyfuss (fuerza, balancín, contorsión y malabarismo), el canadiense Yann Leblanc (banquine, barra rusa, balancín, fuerza, contorsión y malabarismo) y los polacos Tomasz Ludwicki (fuerza, balancín, mano a mano y platillos) y Lukasz Misztela (tabla balancín, contorsión y mano a mano).
A ellos se suman además Jocelyn Bigras y Benoit Landry en piano y acordeón, completando un elenco que recrea, desde el presente, la magia de otros tiempos.
Nota Original: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/12-28348-2011-04-20.html
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