Página#12 Libre

Ahora van por la foto. El día después del documento que firmaron seis candidatos a presidente de la oposición, desde el PRO analizaron los pasos a futuro para que el Grupo A vuelva de entre los muertos. La movida que imaginan a continuación es avanzar en un encuentro entre Mauricio Macri, Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez, Elisa Carrió, Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz y Felipe Solá. “Los que tenemos el compromiso democrático, tenemos que seguir trabajando, reuniéndonos, seguir buscando coincidencias y mandando un mensaje a más del 60 por ciento de los argentinos que aspira a un cambio”, bajó línea el jefe de Gobierno. Duhalde se mostró a favor de “seguir en este camino de entendimiento” y hasta piensa en una “semifinal” de la oposición en las primarias de agosto. Los candidatos radicales, en cambio, no se juntarían a decir “whisky”. Y Carrió avisó que no quiere saber nada “con narcotraficantes y corruptos”.

“Es una posibilidad que se junten la semana que viene para analizar si corresponden acciones concretas adicionales. Depende de cómo reaccione el Gobierno”, afirmó a Página/12 Federico Pinedo, uno de los artífices del documento. El jefe de bloque del PRO aclaró que todavía no hay un encuentro definido y dijo que las acciones específicas las discutirían internamente. Pinedo fue en quien Macri delegó la construcción de un “espacio de diálogo” de los distintos sectores de la oposición con los que el líder de PRO busca confluir en las elecciones de octubre.

Para los macristas, el documento fue el primer paso en ese camino, que se aceleró con el conflicto gremial en Clarín. La génesis del documento empezó en la casa de Carrió. La líder de la CC escuchó la propuesta de Pinedo y le dijo: “Mirá, para mí esto no es una cuestión electoral, sino institucional. La respuesta tiene que ser institucional. Si lo firman las autoridades de bloque, yo firmo”. Luego, el jefe de bloque PRO se reunió con el radical Oscar Aguad, el peronista denarvaísta Gustavo Ferrari y la cívica Patricia Bullrich, quien redactó el documento, que se titula “El deber de cuidar la democracia”. Lo hizo siguiendo las instrucciones de Carrió. Luego lo hicieron circular entre los presidenciables que firmaron, con la excepción de Julio Cobos, Pino Solanas y Hermes Binner.

Para profundizar el acuerdo, Macri ayer instó a los otros candidatos presidenciales a “seguir mandando un mensaje a más del 60 por ciento de los argentinos que aspira a un cambio”. El jefe de Gobierno no se privó de repetir su frase más polémica de la semana: “Estamos viviendo el peor momento de la democracia desde el 1983”. “Nunca pasó en la Argentina que nos quedemos sin Indec, que no funcionen los entes reguladores, que el Banco Central pierda su autonomía y que el Congreso no pueda funcionar porque hacen trampas. Es una locura lo que está pasando”, se escandalizó.

Duhalde acompaña la idea del jefe de Gobierno e incluye una propia: hacer una interna de toda la oposición. “Sería tipo una semifinal”, explican cerca del ex presidente. “La dirigencia responsable no puede hacer la vista gorda a estas circunstancias muy graves, da la sensación que avanzamos a una democracia muy restringida y no es admisible”, sostuvo Duhalde, quien estimó que en “la oposición hace un tiempo largo que estamos buscando políticas de Estado y estamos en conversaciones. Pueden ser el antecedente para llegar a acuerdos mayores”. Su mano derecha, Carlos Brown, insistió en que “no tenemos que quedarnos solo en el documento. Tenemos que continuar lo que impulsaron Rodolfo Terragno y Duhalde: seguir trabajando en los acuerdos estratégicos de un variado arco opositor”. De Narváez y Solá también podrían arrimarse para la foto. En el entorno del Colorado estimaban que primero habrá una nueva reunión entre Bullrich, Ferrari, Pinedo y Aguad para evaluar las estrategias a futuro.

Entre los radicales, en cambio, es probable que se vean algunas ausencias a la hora de los fla-shes. El más entusiasta ayer fue Sanz: “Este documento no es un punto de llegada, sino de partida. No es la culminación de un proceso, sino su inicio. Es un primer paso. Desde hoy mismo a profundizar en el diálogo con todos los dirigentes políticos de este país que creen que el cambio es necesario. Voy a hacerlo sin condiciones previas, ni prejuicios”, aseguró.

Uno de los operadores radicales en el acuerdo, sin embargo, veía difícil que Alfonsín se prestara a una foto con los otros candidatos. Ya causó mucho malestar en la UCR que los precandidatos hayan firmado el documento y se espera una reunión de bloque quenchi. Algunos acusan a Ricardo Gil Lavedra de no haber consultado antes de firmar como presidente del bloque. Varios correligionarios piensan que quedaron licuados dentro de un armado ajeno, que los desperfila al aparecer junto a referentes de derecha.

“Nosotros estamos dispuestos a abrir nuestras posibilidades en el marco de un acuerdo que señale que la Argentina tenga cambios de conducta, desarrollo y gobernabilidad”, destacó Patricia Bullrich, aunque aclaró a este diario que eso no implicaba un acuerdo electoral. “Vamos a dar el paso oportuno en el tiempo oportuno”, aseguró la diputada de la CC. En el entorno de Carrió dejaron en claro que no hay ninguna posibilidad de que esté en un eventual encuentro de los candidatos. “No estoy para ninguna foto”, le había dicho Lilita a Pinedo en el encuentro que tuvieron. Por si les quedaba alguna duda, en su visita a Salta la candidata presidencial de la CC aseguró que “ni en primera ni en segunda vuelta voy a hacer acuerdos con narcotraficantes o con corruptos”.