Página#12 Libre

Manuel Núñez ubica a Duhalde, a fines de 1972, en reuniones con los abogados de los sindicatos nucleados en las 62 Organizaciones. “Lo eligieron como patrocinante legal, pero se había recibido de martillero público, no sé dónde consiguió el título de abogado”, sostiene, y asegura que su ingreso a las 62 Organizaciones se produjo porque “lo ayudó Lorenzo Miguel. Respondía a la banda de (Victorio) Calabró, vinculado a la patota sindical y al desplazamiento de Bidegain de la gobernación en la provincia de Buenos Aires”. “Fue el avance del lopezreguismo y de la derecha”, agrega.

Aunque el peronismo de Lomas acompañaba las políticas de Turner, Núñez afirma que había sectores que lo hostigaban. “Trataron de desestabilizarlo con marchas”, señala y apunta a Calabró. También al precandidato del Peronismo Federal: “Duhalde se manejaba con sectores reaccionarios y parapoliciales, por eso se unió a la banda de Calabró, siempre se manejó de la misma manera”. Según Núñez, la política del encumbrado abogado fue “no permitir que Pablo siguiera avanzando”.

Duhalde, que asumió al frente de la intendencia de Lomas de Zamora, fue depuesto finalmente por el golpe militar. Núñez recuerda que el por entonces intendente entregó su mandato, en abril de 1976, con un lunch de agasajo a los militares organizado en la misma municipalidad.

–¿Cuál fue la responsabilidad de Duhalde en la salida de Turner como intendente? –preguntó Página/12.

–Tuvo mucho que ver en su destitución, persecución y desaparición. Estoy convencido. En una visita a su despacho noté que el intendente Manuel Quindimil tenía una foto en su escritorio donde aparecían Duhalde y Turner. Cuando reconocí a Pablo, Quindimil me dijo: “Es la foto del zurdo que destituimos con Cabeza”. En política no hay casualidades.

En un encuentro con Juan Bruno Tavano (intendente de Lomas de Zamora entre 1991 a 1999), Núñez recibió una sugerencia: “La mamá de Pablito vino a verme con la denuncia del Serpaj (Servicio de Paz y Justicia), andaba peleando la jubilación. Tratá de no hablar de ese tema porque a Tachuela lo pone mal”. Tachuela, aclara, es el apodo con el que se conocía al ex presidente en la intimidad de su círculo político.