Página#12 Libre

Los bocinazos y el embotellamiento comenzaron un día antes de lo previsto para las esperadas minivacaciones de Semana Santa. La fila de automóviles de 20 kilómetros en la autopista Buenos Aires-La Plata, principal acceso a la ruta 2, respondía a las previsiones de más de dos millones de personas que viajan por todo el país y de unos siete mil ómnibus de larga distancia que recorren las rutas para acercar a los turistas a los principales destinos turísticos, donde las reservas de alojamiento registran un promedio del 90 por ciento. Para que el éxodo no se transforme en tragedia, un nuevo sistema de radares fijos y móviles controlará el exceso de velocidad en las rutas.

La autopista Buenos Aires-La Plata colapsó con veinte kilómetros de automóviles y ómnibus: pasadas las 18.30 se contabilizaban unos 2500 autos por hora en Samborombón, en donde fueron levantadas las barreras del peaje para agilizar el tránsito hacia la costa bonaerense. El punto más congestionado era desde el empalme con la autopista 25 de Mayo hasta la zona de Quilmes.

La mayor parte del tránsito que circulaba por la autovía se dirigía hacia el ramal Gutiérrez para empalmar con la ruta 2, en dirección hacia Mar del Plata, mientras que las rutas 63 y 11 tenían un numeroso caudal de autos desde Dolores hacia el Partido de la Costa, Pinamar y Villa Gesell.

El congestionamiento se explica por el nivel de reservas que, según la Secretaría de Turismo de la provincia de Buenos Aires, “son las más altas de los últimos cinco años, con un 80 por ciento de promedio”. A nivel nacional el promedio alcanza el 90 por ciento. Además, según la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), unos 7000 ómnibus de larga distancia –2300 salieron desde Retiro– llegarán a los principales destinos turísticos para transportar a parte de los 2.300.000 turistas que viajarán por las rutas, lo que marca un aumento del 5,5 por ciento respecto del año pasado.

El ministro de Interior, Florencio Randazzo, anunció ayer la puesta en marcha de un operativo que movilizará a 2600 gendarmes, 700 policias, 180 patrullas viales, un sistema de radares móviles para autos y micros y 270 controladores de alcoholemia.

Los controles alcanzarán las rutas de todo el país que también vieron rodar gran cantidad de autos. En la autopista Panamericana presentaba a las 20 un alto caudal de automóviles desde la General Paz, con ocho kilómetros de autos a marcha lenta hacia los ramales Pilar y Campana, vía por la cual se sale hacia el norte bonaerense y el Litoral.