Página#12 Libre

Cristina, al hablar durante la inauguración de las obras realizadas en la Casa del Teatro, afirmó hoy que la nueva ley de Comunicación Audiovisual promoverá trabajo para actores y técnicos y, además, impulsará la identidad nacional y regional. Añadió que el hecho de que quienes comercializan las señales no puedan fijar contenidos, posibilitará que "surjan empresas que darán más trabajo, diversificando así la participación de todos para garantizar nuestra industria cultural, que son ustedes", sostuvo dirigiéndose a los actores y actrices presentes en el acto.

Al referirse a Jacinto Pérez Heredia, la Presidenta recordó que él mismo le confesó haber sido el más grande difamador de Eva Perón, pero que después reconoció su error. "Si todos los argentinos pudieran hacer lo que usted acaba de hacer aquí, qué Argentina podríamos tener. Quiero darle las gracias en nombre de todos aquellos que sufrieron ofensas en este país, inclusive de parte de gobiernos de mi partido. (...) No se puede estigmatizar al otro porque piense distinto, sobre todo cuando existe la oportunidad de votar", señaló.

Respecto de la fundadora de la Casa del Teatro, Regina Pacini de Alvear, coincidió con Pérez Heredia, en que "no fue atacada por la sociedad pacata de su época porque era cantante lírica y no de tangos, y porque se casó con Alvear. Si se hubiera casado con un peronista, seguro que no se salvaba", añadió. "Era una artista y se casó con un apellido emblemático que la protegió contra la difamación y la mentira". Y agregó "espero que estas cosas cambien en la Argentina y que las mujeres comencemos a ser valoradas por lo que hacemos".

La Presidenta estuvo acompañada por el secretario de Cultura, Jorge Coscia, y la diputada electa Nacha Guevara. Entre otros, estuvieron presentes los actores y actrices Víctor Laplace, Gogó Andreu, Lito Cruz, Juan Palomino, China Zorrilla, Amelia Bence, Jorge Luz, Luisa Kuliok, Raúl Rizzo, Pepe Novoa, Federico Luppi, Adriana Aizemberg y Duillo Marzo y la cantante Nelly Omar.

Pérez Heredia, quien a los 82 años vive en la Casa del Teatro, reconoció, por último, que "no tenemos que ser tan hijos de puta".