Página#12 Libre

El fin de semana el Gobierno comenzó a emitir una propaganda por TV en la que insta a los usuarios de Fibertel a iniciar acciones legales contra la compañía por brindar servicio sin licencia. Ese spot motivó la inmediata reacción de la Unión de Consumidores de Argentina (UCA), que el domingo distribuyó un comunicado oponiéndose a la iniciativa. “Desaconsejamos iniciar acciones legales por daños y perjuicios contra el proveedor de Internet”, sostuvo Fernando Blanco Muiño, presidente de UCA. La semana pasada, Muiño también afirmó en radio y TV que los consumidores no deben cambiar de prestador ni dejar de pagar, en sintonía con la empresa. Lo llamativo es que hasta que estalló el conflicto con Fibertel, UCA era un sello con muy poca actividad.

La entidad se creó en 1996 y figura inscripta con el número 0013 en el Registro Nacional de Asociaciones de Consumidores, pero en su página web y en su Facebook la única información disponible es sobre el caso Fibertel. Su presidente actual, incluso, es un afiliado radical con más antecedentes en la política partidaria que en la defensa de los derechos de los usuarios. Es un convencional porteño que a fines del año pasado integró el “Comité Promotor Julio Cobos Presidente 2011” y ahora está viendo cómo decanta la interna para posicionarse.

Desde ya no es un pecado la militancia política, pero los medios de comunicación que lo entrevistaron en los últimos días por Fibertel no mencionaron esos datos y lo presentaron sólo como presidente de UCA, pese a que hasta entonces su actividad pública venía vinculada casi exclusivamente con el radicalismo. Por ejemplo, en el muro del Facebook de Blanco Muiño, al que puede accederse sin tener que figurar como “amigo”, la mayoría de sus intervenciones están vinculadas con la interna del partido. Allí responsabiliza a Elisa Carrió por la ruptura del Acuerdo Cívico y Social y le cuestiona las críticas a Ricardo Alfonsín. “Pido urgente junta médica para la doctora Carrió”, escribió el 29 de julio. Muiño también es integrante del grupo Aurora, un núcleo de intelectuales críticos del kirchnerismo, muchos de los cuales fueron funcionarios de la última dictadura militar.