ESTABA PRESO POR EL CRIMEN DEL CUSTODIO DE RUCKAUF

Matías Migliorini fue condenado a quince años por asesinar a Adrián Falduto en 2002. Con salidas transitorias, el viernes fue detenido, luego de asaltar un restaurante en Luis María Campos.

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Un robo ocurrido el viernes por la noche en un restaurante de la zona porteña de Las Cañitas causó revuelo ayer cuando se supo que uno de los tres autores del hecho –todos fueron detenidos– gozaba de salidas transitorias porque había sido condenado por el homicidio, ocurrido en 2002, de un policía que era custodio personal del entonces canciller Carlos Ruckauf. Matías Ezequiel Migliorini, de 25 años, participó en ese hecho cuando tenía 17. En el juicio oral realizado en 2005 fue condenado a prisión perpetua, pero un año después la Cámara de Casación redujo la pena a quince años de cárcel. Las primeras informaciones mencionaron –por error– que la condena firme era a perpetua. De ser así, era inexplicable que estuviera libre. Gabriela Falduto, hermana del policía Adrián Falduto, el asesinado ex custodio de Ruckauf, deseó que Migliorini “siga preso para que no dañe a otras familias”, a la vez que –ante una pregunta– se declaró en “total desacuerdo” con la pena de muerte.

El asalto ocurrió el viernes, cerca de las 22.30, en el restaurante La Cucina de Michele, en Luis María Campos y República de Eslovenia, frente al Hospital Militar Central. “Entraron dos personas armadas, redujeron al personal del restaurante, sacaron el dinero de la caja, se acercaron a los comensales, mesa por mesa, y empezaron a solicitar dinero y efectos personales”, relató Adrián Cornaglia, hijo del dueño del restaurante.

En el robo no hubo lesionados porque “las víctimas colaboraron para que actuaran con la mayor celeridad posible”. Una fuente policial precisó que los ladrones se llevaron “las billeteras, las tarjetas de crédito, los relojes y los celulares de los dieciocho comensales que había en ese momento”.

Según Cornaglia, el hecho podría haber sido “un desastre”, porque uno de los clientes, que es coleccionista de armas, llevaba consigo una pistola Glock 40. “Por suerte no la sacó ni fue descubierto por los asaltantes.” Una vez que recibieron todo lo que requirieron, los ladrones “se fueron tranquilos, para no llamar la atención”.

El restaurante había sido asaltado quince días atrás y desde entonces tenía custodia policial de la comisaría 31ª, pero el viernes “no había nadie”, según Cornaglia. Los ladrones escaparon en un Fiat Siena conducido por un tercer hombre. Un mozo del local vio la patente del auto y pudo hacer la denuncia ante los ocupantes de un móvil policial. Los tres ladrones fueron detenidos en Cabildo y Céspedes.

En su poder hallaron tres revólveres calibre 38, dinero y varios efectos personales de los clientes del restaurante. Recién ayer se supo que uno de los detenidos, Matías Ezequiel Migliorini, era la persona condenada por el homicidio del custodio de Ruckauf. Migliorini fue beneficiado con salidas transitorias por el juez de Ejecución Penal 1, Sergio Delgado. Tenía pedido de captura desde el 30 de marzo porque no había regresado a la Unidad 19 del complejo penitenciario de Ezeiza, luego de una de esas salidas. En marzo de 2005, el Tribunal Oral de Menores 1 había condenado a prisión perpetua a Migliorini por el asesinato del oficial Adrián Falduto. Lo consideraron coautor de robo agravado por el uso de armas en grado de tentativa, tenencia ilegal de arma de guerra y homicidio “criminis causa”, como se llama al que se comete para encubrir otro delito. El crimen de Falduto ocurrió el 5 de abril de 2002, durante un asalto a la confitería La Villete, en Juncal y Salguero. Falduto intervino para evitar el robo y fue baleado por Migliorini, acompañado por otro delincuente que murió en el enfrentamiento, y por su padre, César Migliorini, condenado como “partícipe necesario” del intento de robo a la pena de siete años de prisión.

En junio de 2006, la Sala II del Tribunal de Casación Penal redujo a quince años la pena para Migliorini hijo, tal como había pedido su defensor oficial, Guillermo Lozano, invocando la Convención sobre los Derechos del Niño, que establece que la privación de libertad a menores debe aplicarse sólo “como último recurso” y por “el tiempo más breve posible”.

Los jueces de Casación Gustavo Mitchell, Juan Fégoli y Pedro David, al reducir la condena aplicada a Migliorini hijo, consideraron que la sanción que le correspondía “no debe exceder los límites aconsejables para quienes, por haber delinquido antes de los 18 años, deben ser objeto de un tratamiento tendiente a su recuperación” en lugar de recibir “una pena que lo segregue en forma definitiva”.

Ayer, la hermana del policía Adrián Falduto dijo que ella creía que “esta persona estaba adentro (de una cárcel) para que no pueda dañar a ninguna familia”. Recordó que a su familia “esta persona nos destruyó la vida”. Ante una pregunta del periodista que la entrevistó, la mujer se declaró “en total desacuerdo con la pena de muerte”, pero insistió en que el lugar para Migliorini “es la cárcel”.


Nota Original: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-146754-2010-06-01.html

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