POLEMICA POR LA CANTIDAD DE ALUMNOS QUE QUEDO AFUERA DEL COLEGIO NACIONAL DE BUENOS AIRES
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Casi 230 alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires quedaron en condición de libre y no podrán continuar en la institución para cursar el ciclo lectivo 2010. Fue durante las mesas de examen y es consecuencia de una regla histórica interna que no permite la continuidad dentro de la escuela de los repitentes o de chicos que adeudan más de una materia del año anterior. Desde 2005, la cantidad de alumnos que quedan libres subió notablemente. También las interpretaciones sobre la compleja situación. Para los estudiantes, “es una política expulsiva, que está en estrecha relación con un intento de cerrar cursos por falta de presupuesto en la Universidad de Buenos Aires”. En cambio, según las autoridades, “es una tendencia generalizada en toda la ciudad que responde al bajo nivel académico de la escuela primaria”.
Lautaro tiene 17 años, es consejero estudiantil del Colegio Nacional de Buenos Aires y uno de los 228 alumnos que han quedado libres, luego de las mesas de febrero. Este año, no podrá ingresar al CBC. Tampoco empezar 6º año dentro de la institución. “Me quedaron las exactas: Química, Física y Matemática”, explicó el estudiante, y agregó: “Fue el primer año que no pagué profesor particular y así me fue”. Según su interpretación, en los últimos años “el colegio se convirtió en un lugar al que únicamente ingresan y se pueden mantener los pibes de clase media y alta”.
Hace unos días los alumnos comenzaron el ciclo lectivo 2010. Fue el 22 de marzo, después de tres semanas de mesas de examen. El 15, el último día, la cifra de estudiantes en condición de libres ascendió a 228. “En el colegio no podés quedarte con más de una materia previa”, dijo a Página/12 Mariana Katz, presidenta del Centro de Estudiantes. Pese a ser una regla histórica, “en este momento no se está priorizando un sistema para ayudar a que los estudiantes podamos aprobar: las clases de apoyo no se dan en todos los cursos, ni la cantidad de veces que nos serían necesarias. Además, el año escolar es muy corto, empieza a fines de marzo y termina en noviembre”, explicó la alumna.
Durante los últimos cinco años, la cantidad de alumnos que quedaron libres en los exámenes de febrero del colegio Nacional de Buenos Aires fue en franco aumento. En 2005 terminaron con dos o más materias previas 89 estudiantes; en 2006, 86; en 2007, 124; en 2008, 130. Hasta llegar en 2009 a un total de 188 pibes, que no pudieron comenzar un nuevo ciclo dentro de la escuela que depende de la UBA.
A medida que asciende la cantidad de estudiantes en condición de libres, desciende el número de alumnos que retornan a los claustros del Nacional al año siguiente. Un ejemplo: en 2006 hubo un 8,75 por ciento de alumnos que quedaron libres y solamente un 0,83 por ciento se reincorporaron a la escuela. Para 2010, esa cifra casi se duplica. Este año, sumando todos los turnos, el porcentaje de alumnos libres alcanza los dos dígitos (11,69), mientras que el número de reincorporados no supera el 3 por ciento.
“Nos tenemos que plantear si la responsabilidad de los fracasos académicos es sólo de los estudiantes”, polemizó la alumna Katz. Según la presidenta del Centro de Estudiantes, el 2009 fue un ciclo lectivo muy complicado porque “además del receso por gripe (de tipo A) y la toma del colegio (en septiembre), las clases terminaron el 10 de diciembre y las mesas de examen empezaron tres días después: el 13”.
En diálogo con este medio, una alumna de 3º año –que prefirió no dar su nombre– contó que “recién pasadas las fechas me enteré de que me había llevado inglés: nunca nos entregaron las notas del tercer trimestre y tampoco nos dieron el boletín”. En diciembre le abrieron una mesa especial, pero reprobó y se llevó la materia a febrero. Al acumular un segundo bochazo en matemática, el 10 de marzo quedó libre. “No voy a pasarme a otro colegio por culpa de una política institucional expulsiva y de cierre de turno”, dijo la estudiante, y estimó que “en el colegio tienen que plantear una solución para los chicos que están libres como lo hizo el (Carlos) Pellegrini, que permite que los chicos cursen en calidad de oyentes.”
“Existe una ley por la cual es obligatoria la educación media”, explicó a Página/12 Virginia González Gass, rectora del Nacional de Buenos Aires. Según la rectora, “es totalmente ilegal la figura de oyente y no hace más que perjudicar al alumno que queda libre, quien puede perder dos o tres años en vez de uno”. La situación contraria: “Cuando un chico se queda libre citamos a los padres y les pedimos que lo inscriban en otro colegio para que se sostenga su escolaridad, y mientras se le da apoyo del gabinete de orientación –grupo de psicólogos y psicopedagogos que trabajan en forma permanente en el colegio– y se les sugiere que asistan a las clases de apoyo, para que al año siguiente se puedan reincorporar”.
Para González Gass, el aumento del número de chicos que quedan libres en el Nacional de Buenos Aires responde a una situación estructural de la ciudad (ver aparte). “En los últimos años, los estudiantes porteños se llevan cada vez más cantidad de materias, con lo cual se les hace muy dificultoso rendir todas juntas en una única fecha”, dijo la rectora y explicó el por qué: “Es una deficiencia de la escuela primaria y nosotros como institución pública no podemos bajar el nivel académico para una falla general”. De todas maneras, y como política de nivelación del alumnado, “sí podemos generar más clases de apoyo o empezar a ver la posibilidad de armar una escuela de verano para los chicos que se llevan materias a marzo”, concluyó González Gass.
Informe: Mariana Seghezzo.
Nota Original: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-143143-2010-04-02.html
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