Página#12 Libre

El candidato de Unión-PRO Francisco de Narváez fue citado a declarar como testigo por el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, que investiga la causa de tráfico de efedrina. El empresario fue llamado a testimoniar porque, como informó Página/12, en otra causa aparecieron tres llamadas de un celular a nombre suyo dirigidas a Héctor Benítez, que es el alias del presunto narcotraficante Mario Segovia, acusado de desviar más de ocho toneladas de efedrina a México, donde es utilizada como uno de los precursores químicos de la cocaína. De Narváez, que negó haber hecho las llamadas y conocer a Segovia, se amparó en sus fueros y contestará por escrito.

En una causa por el contrabando de 17 toneladas de CD y DVD vírgenes de China, se encontraron tres llamados de un Nextel a nombre de “De Narváez, Francisco” a Segovia. Fueron el 25 de junio y el 1º de septiembre de 2006. Las llamadas duraron 107, 84 y 4 segundos. De las 336 comunicaciones que recibió Segovia en septiembre, 269 duraron menos de 60 segundos. Y de las otras 67, sólo 44 alcanzaron los 90 segundos.

Sin esperar a que lo citaran, De Narváez presentó una autodenuncia ante el juez Octavio Aráoz de La Madrid y luego ante el juez penal económico Ezequiel Berón de Astrada. El candidato sostuvo que el teléfono del que salió la llamada es parte de una flota de 379 Nextel que están a su nombre o de sus empresas y que existe en total 1156 teléfonos que pueden estar a su nombre.

De Narváez afirmó que ese teléfono en particular lo usa habitualmente un peón de campo que trabaja para él –del que no quiso dar el nombre– en su quinta de Luján. Es el que normalmente le prepara los asados. Según difundieron en su entorno, el candidato de Unión-PRO se reunió con su empleado, le preguntó por los llamados y le escuchó decir que nunca se había comunicado con Segovia y que no lo conocía. Se lo hizo repetir ante un escribano. “Es un empleado mío que trabaja desde hace 18 años. El nombre no lo voy a dar porque es una facultad del juez investigarlo”, sostuvo De Narváez, quien afirmó que la aparición de su nombre en la causa es “una maniobra de persecución política del kirchnerismo frente a la supremacía que tenemos en las encuestas, mientras que ellos empiezan a derrumbarse”.

“No me preocupa. No tengo nada que ocultar. En caso de ser convocado, no voy a hacer uso de mis fueros parlamentarios”, había prometido el diputado, que finalmente sí hará uso de sus fueros y declarará por escrito pasado mañana. En un comunicado que difundió ayer bajó el tono y no acusó nuevamente al Gobierno de perseguirlo, lo que hubiera implicado al juez que lo está citando. En cambio, el empresario aseguró que “está plenamente a disposición de la Justicia para hacer todas las aclaraciones que se consideren pertinentes y ofrecer todos los elementos que estén a su alcance”.

El juez Faggionatto Márquez explicó ayer en declaraciones radiales que lo citó a declarar a De Narváez por la autodenuncia que presentó. “El pidió que el hecho sea aclarado; el hecho se aclara explicándolo y él pidió que el hecho sea investigado”, advirtió Su Señoría. Aseguró que, en caso contrario, hubiera esperado a que pasasen las elecciones. “A mí no me interesa meterme en medio de campañas electorales, es lo último que quiero hacer, pero después de lo que él dijo públicamente, y como mérito a las banderas que enarboló en su campaña, él quiso ser investigado, bueno, no hay problema que venga y explique y aclare”, insistió el juez, que informó que Segovia mantiene silencio sobre este tema.

Faggionatto Márquez, que asumió durante el gobierno de Fernando de la Rúa, se encuentra denunciado ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño (entre ellas, una en la que fue acusado de quedarse con una cosecha de soja) y tuvo que hacer su descargo ayer ante la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo. Allí aprovechó para cuestionar a sus acusadores. “Por lo visto no me dedico a la judicatura sino a la agricultura”, ironizó el magistrado, que acusó a los fiscales de ejercer “una delincuencia organizada” para perjudicarlo.