UNA DE LAS PERSONAS DADAS POR MUERTAS POR DENGUE EN EL CHACO ESTA CON VIDA

El director del hospital de Roque Sáenz Peña dijo que el intendente de Charata “usa la información políticamente”. Ocaña, que puso en marcha un comité de crisis en el Chaco, pidió “responsabilidad”, aunque advirtió que la situación es “seria y grave”.

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La reunión transcurrió en Charata y entre los convidados estaban la ministra Graciela Ocaña, el intendente de esa localidad chaqueña y el director del hospital local. Fue “una conversación seria”, dijo una fuente consultada por este diario. La ministra de Salud nacional pidió al intendente Miguel Tejedor y a Rubén Emadi, el director del hospital, que tuvieran cuidado con cómo y qué información hacen circular. Ambos habían confirmado el lunes dos muertes por dengue que no ocurrieron en su localidad, sino en Roque Sáenz Peña. Uno de ellos dijo haberlo hecho tras enterarse de una versión periodística que, le pareció, “podía ser cierta”. En verdad, una de las personas dadas por muertas está viva y la otra habría fallecido de otra enfermedad, aunque ayer las autoridades chaqueñas confirmaron que tenía dengue. De todas formas, Ocaña reconoció que la situación es “seria y grave”: hay 3761 casos de dengue autóctono y 463 importados”.

“No hay que ocultar los muertos, pero asegurémonos antes”, dijo la ministra durante la reunión en la que también participaron los senadores que integran la Comisión de Salud. Más temprano, Ocaña tuvo que desmentir el fallecimiento de Susana Jiménez, de 38 años, que está en terapia intensiva en el hospital Ramón Carrillo de Roque Sáenz Peña. Luis Lita, director de ese centro médico, fue tajante al referirse al malentendido: “Hay una psicosis generalizada, todo lo que anda dando vueltas es dengue y esta paciente no tenía más que una infección”.

La mujer “resucitada” había sido dada por muerta en varios medios (no en Página/12), mientras era operada de “una facitis necrosante hemorrágica producida por inyección de una Novalgina que le pusieron en su casa, lo que le provocó un acceso glúteo”, explicó Lita. Jiménez había sido derivada desde el hospital de Charata, adonde ayer llegaron cinco máquinas pesadas que serán usadas para fumigación y una carga de repelentes en crema y aerosol para ser distribuidos entre la población.

Ayer, Ocaña puso en funcionamiento un comité de crisis de alcance nacional, asesorado por la Organización Panamericana de la Salud, que según se afirma en un comunicado “analizará toda la información y realizará acciones que permitan detener el avance del dengue”. De ahora en adelante, los partes oficiales saldrán de este comité, integrado por los ministros de Salud de las provincias del Noreste argentino. Mientras tanto, el mosquito sigue picando en varias provincias y contagia a otras.

Los casos autóctonos, en su mayoría, son de Salta, Catamarca, Chaco y Jujuy. Los importados (es decir, que no fueron contagiados en el lugar de residencia del paciente) incluyen una larga lista de distritos: Tucumán, Santa Fe, Córdoba, Capital Federal, Buenos Aires, Mendoza, Santiago del Estero, Corrientes, Formosa, La Pampa, Entre Ríos, La Rioja. Según los datos oficiales, sólo se registraron tres enfermos de dengue hemorrágicos, la forma más grave de esta enfermedad y que sólo pueden contraer quienes se contagiaron antes de la versión más benigna. Todos estos casos ocurrieron en Salta y eran importados de Bolivia. Dos fueron fatales, el restante fue curado a comienzos de marzo.

La visita de la comitiva porteña fue aprovechada en Charata para pedir médicos de guardia, ya que por la noche la fiebre y el dolor de cabeza se acrecientan. Ayer se sumaron cinco médicos de guardia al hospital local, desde donde se pidió, de paso, la presencia de más odontólogos. Allí también se realizó la conferencia de prensa en la que Ocaña advirtió que “la situación por el dengue es seria y grave” y prometió: “Lo que necesite la provincia lo va a tener”. A su lado, Luis Lita dijo que “al intendente (de Charata) lo informaron mal: un chofer de ambulancia le dijo que había muerto, son las cosas que pasan cuando hay pánico”. Luego lo acusó de hacer “terrorismo” con la información y de “utilizarla políticamente”.

Por su parte, la ministra de Salud de Chaco y esposa del gobernador de esa provincia, Sandra Mendoza, sostuvo en un comunicado que “la respuesta social y política al dengue es desproporcionada a la gravedad del problema” y aclaró que esta epidemia no deja de ser una enfermedad viral, que bien tratada tiene una evolución favorable. “Los accidentes de tránsito, el cáncer o problemas cardiovasculares producen mayor cantidad de muertes y secuelas que el mismo dengue”, sostuvo.

Luego llegó el pase de factura. Mendoza culpó a las autoridades municipales porque el dengue es un enfermedad generada por “un problema de saneamiento ambiental de las localidades” y puso el siguiente ejemplo: “Hoy en día apilan los cacharros en el basural municipal sin el tratamiento adecuado, concentrando los criaderos en los basurales, cercanos a los cuales también viven personas”.

Por las dimensiones que tomó el tema, Mendoza insistió en los riesgos de la manipulación mediática en un año electoral: “Todos los mensajes de prevención que se quisieron dar a la comunidad fueron tapados por el ruido que generaron diferentes controversias, que siempre aparecen en las epidemias, como el números de casos y la diferencia entre brote y epidemia”.


Nota Original: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-122467-2009-04-01.html

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