EN BARADERO, RECLAMOS CONTRA EL INTENDENTE


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Baradero marchó contra la Bonaerense y la impunidad de la intendencia encabezada por Aldo Carossi. La muerte de tres adolescentes, dos de ellos –Giuliana Jiménez y Miguel Portugal– al ser atropellados por una camioneta de inspectores municipales que los perseguía, el 21 marzo de 2010, y el tercero –Lucas Rotela–, baleado por la espalda por el policía Gonzalo Kapp el 12 de febrero de 2011. Los padres de Giuliana y Miguel presentaron, además, ante el fiscal de San Pedro, Marcelo Manso, que se cite a declaración indagatoria de Carossi por el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, y que los inspectores que viajaban en la camioneta que atropelló a los dos adolescentes sean indagados por doble homicidio agravado en lugar de la imputación de homicidio culposo.

Por la muerte de Giuliana y Miguel hay un imputado, el inspector de tránsito Oscar Micucci, sobre el que pesa la acusación de “doble homicidio agravado en concurso real con incumplimiento de los deberes de funcionario público, abandono de persona, abuso de autoridad y encubrimiento”. Los dos jóvenes murieron al ser embestidos por la camioneta municipal en la que los perseguían dos inspectores de tránsito. El argumento que dieron para justificar la persecución fue que los dos chicos que viajaban en una moto de baja cilindrada no usaban casco. El absurdo de la explicación derivó en un estallido social que terminó en el incendio de la intendencia y otros edificios, entre ellos la radio del procesado por desaparición de personas durante la dictadura Abel César Scollo, la FM Tiempo. Los padres de Giuliana y Miguel le imputan a Carossi “no haber implementado cursos de capacitación a los inspectores prescriptos por la ley de tránsito y por haber hecho caso omiso a la nota dirigida al presidente del Concejo Deliberante en 2006, donde le había puesto en conocimiento que se perseguía a los jóvenes que andaban en motocicleta y que era hora de llamarles la atención antes de que ocurriera un hecho desgraciado”.

Por otro lado, el 12 de febrero pero de este año, el adolescente Lucas Rotela fue baleado por la espalda por el policía de la Comunal Bonaerense Gonzalo Kapp, quien disparó sin motivo ni justificación tres cartuchos con su escopeta policial. Kapp dijo que los dos primeros disparos fueron realizados con balas de goma, lo que no consta porque las municiones jamás fueron encontradas, lo que también deja en serias dudas la versión de que hubieran sido de goma. El tercer disparo fue con munición de guerra, y Kapp dijo que lo había cargado por error. Todos los perdigones de ese cartucho dieron en el cuerpo de Lucas, por la espalda. Lo que declaró Kapp, como justificativo para disparar, es que el chico se escapaba.

Las tres muertes fueron endosadas por buena parte de la sociedad de Baradero, al intendente Carossi (de quien depende la policía comunal que, siendo Bonaerense, en la función operativa responde a las indicaciones de la comuna). La marcha tuvo que ver con los reclamos vecinales y la indignación por las tres muertes.


Nota Original: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-164663-2011-03-22.html

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